Ya habíamos visto un enfoque diferente de la mano de Ami, el pequeño modelo de la firma francesa. Pero ahora quiso ir un paso más allá, y presentó el Citroën Oli. Se trata de un modelo más familiar, pero que luce disruptor, simple y también accesible; ¡ah! y, por supuesto, con movilidad eléctrica.
El Citroën Oli es un sorprendente e inteligente conceptual que desafía el status quo; un destino para una movilidad completamente eléctrica versátil y divertida que mejore la vida y el estilo de vida de todo tipo de personas. Se basa en el innovador Ami, con convincentes formas que configuran una movilidad divertida, asequible, responsable y polivalente.
“Llamamos a este proyecto Oli como un guiño al Ami, y porque resume lo que es el vehículo: una prueba más de que sólo Citroën puede ofrecer una movilidad 100% eléctrica; sin complicaciones, a TODO tipo de personas, de forma sorprendente, responsable y gratificante”; afirmó el CEO de Citroën, Vincent Cobée.
Con el Oli Citroën muestra con valentía cómo va a elevar la apuesta por la movilidad familiar del futuro; reinventando cada detalle para reducir los recursos y los materiales con el fin de hacer vehículos agradables, más fáciles de usar, de comprender y de pagar; con una autonomía adecuada y mayor versatilidad.
Oli tiene la sostenibilidad por bandera, y demuestra explícitamente cómo puede lograrse el mejor análisis del ciclo de vida de su categoría; desde la concepción con un uso restringido y óptimo de materiales ligeros y reciclados, hasta los procesos de producción sostenibles; y desde la durabilidad para una prolongada “vida en servicio” hasta la reciclabilidad responsable al final de la vida útil.
Sencillo y liviano
Cuando se reduce inteligentemente el número de piezas y componentes, se utilizan los materiales más ligeros y responsables, y se minimiza la complejidad al tiempo que se aumenta la versatilidad y la funcionalidad; el resultado es algo mucho más eficiente, muy asequible y menos complicado a la vez que inesperadamente genial en su diseño y utilidad.
Los detalles están muy bien pensados. Los asientos, por ejemplo, son de construcción sencilla y utilizan un 80% menos de piezas que un asiento tradicional. Están fabricados con materiales reciclados y los ingeniosos diseños de los respaldos de malla mejoran la luz natural en el interior del vehículo. Además, pueden mejorarse o personalizarse fácilmente para adaptarse al gusto de cada propietario. Esto es beneficioso para todo, al reducir el peso del vehículo son responsables y sostenibles; y la mejora en el ambiente del habitáculo repercute positivamente en el confort de los ocupantes.
Oli demuestra que, al enfrentarse a los tradicionales enemigos de los vehículos eléctricos: la autonomía y la eficiencia, puede llegar más lejos, durar más, ser más versátil y costar menos.
Aunque parece importante, el Oli no es pesado ni voluminoso; ya que su peso objetivo, alrededor de los 1.000 kg, lo hace mucho más ligero que la mayoría de los SUV compactos comparables.
Como resultado, su mecánica 100% eléctrica sólo necesita una batería de 40 kWh para ofrecer una autonomía como objetivo de hasta 400 km. Al limitar la velocidad máxima a 110 km/h para maximizar la eficiencia su excelente consumo de 10 kWh/100 km es realista, y la carga del 20% al 80% se completa en 23 minutos.
Diseño funcional
Oli tiene líneas bien llamativas, es un vehículo con mucha personalidad en un tamaño similar al del SUV compacto. Tiene 4,20 m de longitud, 1,65 m de altura y 1,90 m de anchura.
Desafiando los conceptos tradicionales, el Oli puede ser lo que se necesite: un vehículo familiar, para explorar la urbe, para una aventura; como el perfecto compañero de trabajo o incluso como una extensión del hogar gracias a su capacidad para alimentar de energía a los electrodomésticos de uso diario; ayudar en caso de sufrir un corte de luz u ofrecer una plataforma para limpiar los cristales.
El enfoque estético se ha centrado en reforzar la funcionalidad y la versatilidad. Al igual que en el Ami, no teme mostrar su enfoque sencillo e intuitivo; y se distingue por hacer un uso divertido de los reflejos de color, los detalles en acabado brillante y los patrones vivos que permiten infinitas opciones de personalización.
Su capó, techo y paneles de la “caja trasera” planos, permiten que el auto tenga una carrocería única; además se han elegido para cumplir los objetivos de bajo peso, alta resistencia y máxima durabilidad.
Los paneles son muy rígidos, ligeros y resistentes -tan fuertes que un adulto puede ponerse de pie sobre ellos-; y su peso se reduce en un 50% frente a los equivalentes construidos en acero para el techo. Su versatilidad y durabilidad abren un mundo de posibilidades para que sus usuarios disfruten del trabajo y el ocio.
Este útil elemento de la carrocería no añade peso ni incrementa su precio por el uso de materiales exóticos; cualquiera que sea el uso que se pueda imaginar, desde utilizar el techo como escalera hasta una plataforma para montar una tienda de campaña. Cuesta creer que unos paneles de 6 kg puedan soportar el peso de un adulto, además de ser bonitos y duraderos, pero así es.
La versatilidad a la hora de transportar cargas tampoco se ve comprometida; ya que las barras del techo a cada lado del panel del techo permiten a los propietarios fijar accesorios como portabicicletas y cofres para ampliar la capacidad de carga en las vacaciones familiares; mientras que debajo del panel del capó se puede acceder a zonas de almacenamiento bien organizadas que incluyen compartimentos para los cables de carga y artículos personales y de emergencia.
Verticalidad y horizontalidad
El parabrisas es vertical porque así la distancia entre la parte superior y la inferior es más corta y requiere una menor cantidad de vidrio. Además de reducir el peso y la complejidad, el menor tamaño de la superficie permite que sea menos costosa de producir o sustituir y disminuye la exposición de los ocupantes a los efectos del sol. También ayuda a reducir hasta un 17% la demanda de energía que el sencillo sistema de aire acondicionado del Oli exige a sus baterías.
El llamativo marco del parabrisas dispone de un vinilo brillante en un acabado ‘infra-Rojo’, un nuevo color que Citroën utilizará junto a su nueva identidad de marca.
El contraste entre la horizontalidad y la verticalidad es evidente en los paneles laterales y los cristales. Las puertas delanteras siguen el ejemplo del Ami y son idénticas en cada lado, aunque montadas de forma diferente. Son más ligeras, aunque siguen siendo resistentes, y mucho más fáciles de fabricar y montar.
La reducción de su complejidad y la simplificación en la fabricación ahorran un 20% de peso por puerta frente a las típicas a las que estamos acostumbrados en un familiar compacto. Se necesitan la mitad de componentes y se ahorran unos 1,7 kg por puerta al eliminar el altavoz, el material de aislamiento y el cableado eléctrico.
El panel exterior de la puerta es más sencillo de estampar y está diseñado para maximizar el almacenamiento interior. Las suaves curvaturas ascienden por los laterales del vehículo y llegan hasta la parte superior de los cristales laterales, que posteriormente van hacia el techo.
Las grandes ventanas horizontales están ligeramente inclinadas hacia el suelo para ayudar a reducir los efectos del sol, y las sencillas secciones manuales de apertura de las ventanas, similares a las utilizadas en el Ami, proporcionan ventilación y aire fresco.
Las puertas traseras, más estrechas, se abren en la parte posterior del vehículo y utilizan cristales verticales para dar más luz y visibilidad a los pasajeros traseros. El cambio de forma entre las puertas delanteras y las traseras también ha dado la oportunidad de añadir una toma de aire pasiva que proporciona ventilación a los pasajeros de los asientos traseros.
Cuando las dos puertas laterales están abiertas el acceso al espacioso habitáculo es amplio, despejado y sin obstáculos, dejando un hueco ideal para que el conductor pueda, por ejemplo, meter en el auto a los más pequeños de la familia.
Los módulos de iluminación delanteros y traseros son sencillos pero muy distintivos, jugando también con el contraste entre dos líneas horizontales y una sección vertical. Este enfoque se desarrollará para dar forma a una firma lumínica que distinguirá a los próximos modelos de producción de Citroën.
Zona de carga
En lugar del habitual maletero o portón trasero, el Oli cuenta con un inesperado y original ejercicio de diseño que aumenta su utilidad. Todo puede acomodarse en la espaciosa caja y el maletero pick-up gracias a su rápido y sencillo acceso.
Los reposacabezas independientes de los asientos traseros se abaten hacia el techo; el cristal de la luneta trasera se abre hacia arriba; y así el espacio de carga de 994 mm de ancho se alarga en un instante de 679 mm a 1.050 mm.
La versatilidad es su tónica y el proceso de carga es sencillo. El portón trasero se abate y, con el panel de la plataforma de carga retirado, ofrece hasta 582 mm de altura entre el piso del vehículo y el cristal trasero. Con el panel colocado, el maletero cuenta con un espacio de carga de 330 mm. El panel de la caja extraíble es ligero y plano, y está fabricado con la misma estructura de cartón reciclado que los paneles del capó y del techo.
La ingeniosa y eficiente combinación de llanta y neumático de 20” montada en el Oli combina un nuevo prototipo de diseño de rueda híbrida con un prototipo de neumático sostenible e inteligente. Citroën se ha asociado con Goodyear para utilizar el prototipo de neumático Eagle GO, que combina la sostenibilidad con la durabilidad y la tecnología inteligente para controlar el estado y la solidez del neumático.
Sostenibilidad y menos infraestructura interior
Los diseñadores de vehículos siempre piensan en grande cuando planean el interior; pero a menudo se rinden al deseo de añadir pantallas más grandes, reposabrazos más altos, paneles más envolventes, asientos más lujosos, etc. Pero esto añade materiales, peso y aumenta los costes.
En lugar de un salpicadero completo con múltiples pantallas y ordenadores ocultos, el Oli cuenta con un único travesaño simétrico. Este atraviesa el ancho del vehículo del que cuelgan la columna de la dirección y el volante en un lado; un soporte para teléfonos inteligentes; y cinco interruptores de palanca claramente identificados para el sistema de climatización en el centro.
Como parte de este espacio sólo emplea 34 componentes; mientras que un compacto equiparable recurre en su salpicadero y consola central a unos 75 componentes.
El travesaño cuenta con un riel electrificado en el que se pueden enchufar accesorios mediante tomas USB que se deslizan por él. Esto es ideal para alimentar a diferentes dispositivos o incluso para enchufar la cafetera mientras se espera a que los niños salgan del colegio.
Dos salidas de aire directas, una delante del conductor y otra del acompañante, permiten utilizar una unidad de aire acondicionado más pequeña para contribuir a la eficiencia y reducir el peso.
Detrás y debajo del travesaño se encuentra el “sofá”, una plataforma de almacenamiento en poliuretano termoplástico (TPU) impreso en 3D y reciclable de color naranja brillante con unas “setas” flexibles que mantienen en su sitio objetos como las tazas de café o las latas de refresco.
Conectividad y sonido
Todo el infoentretenimiento y la comunicación necesaria en el vehículo está en el smartphone personal, que se acopla en la toma central del travesaño.
Una vez conectado, la información del teléfono y las aplicaciones se combinan con los datos esenciales del vehículo, como la velocidad y el nivel de carga. Esto se hace visible a través de un sistema “Smartband”, que proyecta la información a lo largo del borde inferior del parabrisas.
El mismo enfoque se utiliza para el sistema de audio del vehículo. Cada extremo del travesaño está hueco y los altavoces cilíndricos con Bluetooth pueden “acoplarse” para ofrecer un sonido de gran calidad. De hecho, sólo con eliminar el sistema de audio habitual se han ahorrado 250 g de peso.
Después de estudiar varias soluciones para el manejo del HMI, al equipo se le ocurrió la inusual idea de utilizar un joystick de un gamepad modular profesional montado en el volante del Oli.
La columna de dirección también incorpora un elegante dial que, mediante su giro, permite seleccionar las marchas de la transmisión automática del vehículo, junto con el botón de “arranque y parada”; mientras unas palancas más pequeñas permiten accionar las luces y los intermitentes.
“Nos arriesgamos con el Ami, y nuevamente nos arriesgamos con el Oli porque tenemos que impulsar la creatividad para la producción. No tiene sentido proponer materiales o diseños geniales que nunca tendrán influencia en los futuros vehículos de producción. Por eso la inclusión del nuevo logotipo en el Oli es significativa, porque al igual que se verán elementos de su diseño y tecnología en futuros modelos, la nueva interpretación del símbolo identificativo de Citroën será nuestra nueva forma de bienvenida”, señaló Pierre Leclercq, jefe de diseño de Citroën.