El Voiturette A es el primer automóvil producido por Laurin & Klement -el germen de lo que sería Skoda- con 44 unidades a partir de 1905. Y dada la importancia de este legendario vehículo, es que una joven diseñadora de la firma checa lo recrea en la actualidad.
Así, Yuhan Zhang reinterpretó al Voiturette A, convirtiéndolo en un carruaje futurista, con conducción autónoma; pensado para llevar a cabo rutas turísticas e inspirado en la belleza de Praga.
El innovador Voiturette A, tiene mucho en común con el vehículo original pero, al mismo tiempo, entre los dos modelos hay todo un mundo de diferencia.


“Este auto es impresionante; muy sencillo, cómodo y dotado de numerosos detalles estéticos y artísticos que lo separan del resto. A la hora de reinterpretar un modelo tan icónico como éste, quise conservar el espíritu original del auto. Tiene una forma muy característica, con un capó muy pronunciado, una banqueta situada en una posición elevada y un habitáculo minimalista”, dice Yuhan.
Su versión del automóvil, ha sido ligeramente rebajada y alargada, pero se ha mantenido sorprendentemente fiel al original. El cambio más visible, es el color de la carrocería, que ha pasado del rojo (modelo que actualmente se expone en el Museo de Skoda) al azul.
“El azul es el color del futuro y un símbolo de la sostenibilidad”, explica. La carrocería en sí se ha modificado ligeramente, ahora con líneas más redondeadas y suaves, que transmiten una sensación acogedora. La idea de convertir la parrilla del radiador y las llantas en pantallas LED también es futurista.


De acuerdo a su creadora, el vehículo futurista tendría un solo propósito: pasear a los turistas de forma autónoma –por ejemplo, a lo largo de una ruta turística por Praga.
“Quise establecer una clara conexión entre la historia centenaria de Skoda y la belleza de la capital checa. El auto dispone de una gran pantalla que ocupa todo el tablero y que muestra una descripción de los distintos lugares que visita a medida que avanza; pero también puede mostrar a los pasajeros la historia de Skoda”, señala Yuhan.
La idea de convertir el Voiturette A en un vehículo tan atípico le vino a Yuhan con rapidez; pero transformar esta idea en un boceto requirió cerca de 20 horas de trabajo.
“Empecé con un lápiz y papel de calcar, lo primero que trabajé fue el exterior. Luego escaneé el boceto en el computador y seguí trabajando sobre esa base”, dice, añadiendo que el contorno inicial supone cerca del 20% del desarrollo en este tipo de bocetos. Es, por lo tanto, la parte más importante.


Empleó el mismo proceso para el interior del auto, comentando el resultado con el director de diseño, Oliver Stefani. Como se trata de una visión de un auto del futuro sin claras intenciones, sus comentarios fueron relativamente menores.
“Lo que sí me dijo es que quitara algunos detalles que guardan cierto parecido con soluciones para nuestros vehículos de serie en las que todavía estamos trabajando”, admitió Yuhan.
Luego de finalizado su diseño, expresa que quiere seguir trabajando en su visión particular sobre este auto autónomo; aunque probablemente tenga que hacerlo en su tiempo libre.
“Puede que cree un modelo 3D en el computador, en el que pueda añadir algunos detalles”.
Hay que decir que sería fantástico si, algún día, su visión llegara a materializarse en un prototipo real. ¿Qué opinas?

