Hace unos días conocimos que las ventas de motos aumentaron un 100% en el mercado chileno. En ese contexto, las medidas de seguridad para este tipo de transporte cada vez es mayor.
La Fundación Un Casco de Vida -que promueve el uso del casco a los usuarios de los vehículos de dos ruedas- cumplió un año. Para celebrarlo, decidieron crear un programa que beneficia a todos los usuarios de estos vehículos.
Nos referimos a “Fundasis”, el que entregará asistencia a motociclistas que queden en panne por cualquier desperfecto, tanto en la ciudad como en rutas de todo Chile, y en los países limítrofes.
“El programa de asistencia como “Fundasis”, se enfoca en soluciones concretas, efectivas, de calidad y a un bajo costo, con el propósito de entregar tranquilidad al motociclista ante eventualidades. Como motociclista he experimentado más de alguna vez esta situación, por ello la creación de este programa”, indicó el titular de la Fundación Un Casco de Vida, Rigoberto Sánchez.
¿Cómo funciona?
El principal objetivo de “Fundasis” es la entrega de tranquilidad al motociclista; el que puede verse impedido de proseguir su camino o viaje por diferentes motivos mecánicos o accidentes.
Algunos de los beneficios de este programa son: asistencia a clientes vía teléfono por avería o accidente; remolque o transporte; reparación in situ; localización y envío de repuestos; accidente del vehículo; asistencia legal por accidente, infracciones y tramitaciones del vehículo; representación por infracciones en el Juzgado de Policía Local (CL); asistencia médica por accidente del vehículo y reembolso de gastos médicos.
Para incorporarse al Programa “Fundasis”, los motociclistas pueden hacerse socio de la Fundación ingresando a la página web y también a través de la APP.
Durante los meses de noviembre, diciembre y enero, el plan anual para una motocicleta particular será de 18 mil pesos ($1.500 por mes), en tanto que el costo anual para una moto comercial es de 27.600 pesos ($2.300 por mes).
La empresa que entrega el servicio a “Fundasis” es Rutas y Asistencia Club (RAC), que tiene su base desde hace 11 años en Santiago. Además, cuenta con infraestructura propia con soporte tecnológico y de servicios de primera nivel como remolques, grúas y camionetas de rescate.
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