A la edad de 61 años, la astrofísica estadounidense Kathy Mead participó por primera vez en Pikes Peak International Hill Climb; siendo coronada como La Novata del Año con un tiempo de 11 minutos y 36 segundos.
La tejana sólo comenzó a correr hace cuatro años; pero rápidamente saltó a la fama en 2020 después de un debut estelar en la afamada carrera de montañas en el estado de Colorado.
Pero comenzó en 2010 cuando compró un Porsche 911 Carrera de la generación 997 con transmisión PDK; un automóvil que todavía tiene hasta hoy y que ha conducido dos veces de costa a costa.
“Compré un 911 y aprendí a conducirlo correctamente porque me gusta conducir. Conducir es una habilidad. Y un Porsche es una maravilla de la ingeniería. No quiero simplemente estacionarlo en mi garaje y admirarlo. Lo admiro al perfeccionar mi oficio para poder experimentar su potencial “, expresó Mead.
Luego se inscribió en numerosos cursos de educación vial organizados por Porsche Club of America (PCA). En ese momento, sin embargo, no tenía deseos de correr; y estos fueron eventos que le permitieron explorar las habilidades dinámicas del 911 en un entorno no competitivo.
El salto a la competición
Con el tiempo, rápidamente fue aumentando tanto su confianza como su conjunto de habilidades. A la par que iba modificaba su 911 para adaptarse a una suspensión más orientada a la pista; asientos de carrera y una barra antivuelco.
Pero los eventos de pista a los que asistía, tenían limitaciones al ritmo natural de Kathy. “Así que tuve una conversación conmigo misma”, recuerda. “Dije que tienes que estar tranquila con esto, o tienes que ir a correr. Decidí ir a correr”.
Así, de la mano de un 981 Cayman GT4 Clubsport, comenzño hace cuatro años a competir en diferentes carreras. “Fue muy desafiante, pero asombroso. El nivel de conducción era realmente bueno y por fin podía adelantar a la gente en cualquier momento”, recuerda.
Objetivo: Pikes Peak


Kathy se volvió muy estudiosa acerca de la conducción, a través de videos y datos. Así ha ido aprendiendo sobre la configuración y fallas en su automóvil.
“Estaba al tanto de Pikes Peak, pero sobre todo a través de videos de personas chocando espectacularmente y eso no me interesó”, se ríe Mead. “Pero un día de enero (de 2020) Mike (Conn, su mecánico) me dijo que la fecha límite para registrarse era esa noche. Era el momento de tomar una decisión. Llené los formularios y estaba lista”.
Obstaculizado por las restricciones de viaje impuestas por la crisis del coronavirus, Mead no pudo viajar a Colorado en los meses previos al evento; para probar la ruta y tener una idea de lo que le esperaba. También estaba la altitud a la que adaptarse y el pequeño hecho de que Mead tiene miedo a las alturas.
Asistió a todas las prácticas disponibles y se aclimató a los desafíos de las carreras a más de 4.000 m sobre el nivel del mar. Adaptó sus patrones de sueño a los requisitos de inicio de las 2 am y estudió todos los giros y vueltas en detalle.
Finalmente, con un tiempo de 11 minutos y 36 segundos, Kathy Mead fue posteriormente coronada como la Novato del Año; algo que le dio aún más confianza para volver a las carreras.
“Cuando crucé la línea fue lo más eufórico que he sentido en toda mi vida. Fue lo más difícil pero genial que había hecho en mi vida; una liberación completa después de un mes de concentración y preparación y literalmente estaba gritando en el auto “, comentó.
Sin duda una tremenda historia que nos demuestra que para cumplir sueños, no hay edad.
“A los 61 años realmente quiero hacer más. Volveré a competir con la PCA el próximo año y volveré a Pikes Peak. No soy buena haciendo planes para el futuro, pero definitivamente lo estoy haciendo “.
kathy mead

